19 febrero, 2006


PUTA INTELIGENCIA (Homenaje a G.M)
¡Ay madre! Lo que daría servidor por ser subnormal... ¡Ojo! No un subnormal de síndrome médico reconocido (a esos que Dios los tenga en su afortunada gloria), me refiero a un subnormal de a pie, de los pertenecientes al sector de mayoría social. Sí hombre, sí, de esos que son felices sin saber cómo ni por qué, de los que escuchan Bísbal y dicen del ricitos que es un portento musical y comen barritas hero muesly para el desayuno e insípida ensalada de hipocalórico pollo destinada a su tedioso y rutinario almuerzo. ¡Que sí! ¿No caeis todavía? De los que se hacen llamar apolíticos, de los que no leen ni las tapas de los yogures, porque a ellos eso de a mi los libros no me van, no les suena con un estremecedor y doloroso eco en el interior de su peluda cabezota... mas o menos los teneís pillados, ¿no? ¡Me alegro! Pues estos seres, sí porque a pesar de que pueda parecer lo contrario son seres, al menos esa debe ser la única condición de indudable pureza que les queda y la cuál no deben perder por nuestro bien. Y ahora por favor, oíganme bien, y no, no me he vuelto loco. He de decir alto y con clara elocuencia que... ¡LOS ENVIDIO!
¡Ala! Ya está, ya lo he dicho, no me hagan volver a repetirlo por favor, porque a pesar de todo me avergüenzo de mi amarga afirmación y me recorre un temblor de sien a rabadilla, que hace deslizarse, a su vez a transparentes formas perladas de sudor frío por mi pálida frente... En otras palabras: ¡qué siento nausea del intelecto cada vez que me lo planteo! Porque aunque sepa de la ingenua existencia de soñadores y esperanzados compañeros de antiguos juicios sobre esta masa ingente de felices personas no pienso resarcir mi decidida afirmación de que les tengo una jodida y puteante envidia...
_¿Y por qué, vamos a ver, y por qué?_ se preguntarán sus señorías. Pues la respuesta es jodidamente simple: Porque.... ¡¡¡reniego de la mierda y autodestructiva inteligencia de la que me dotaron!!! Con lo hermoso y taimado que debe ser poseer un imberbe intelecto, así estaría drogado de aves Marías y energéticos cereales de maíz inflado, inflado de maldita y deforme comercialidad social que mastica ya por mí _ no vaya ser que me atragante y vomite toda la mierda que me llevan haciendo tragar desde que me etiquetaron el culo nada más salir de las entrañas uterinas de mi amada y humilde madre_ los estándares de la sociedad guapa, de la sociedad danone, de la sociedad no pienses que hundes mi empresa de oro. Y es que seamos sensatos, ¿cómo coño quieres ser algo en la vida si no eres un maldito y descerebrado gañán de Gran Hermano o una zorra coleccionadora de polvos galácticos? A ver dime listo, ¿es qué has osado en pensar que serás algo por el ingenuo hecho de partirte el culo en tu trabajo? No, no, no seas patán, si no vas a tu puta bola pisando cabezas ajenas no llegarás a ser una persona querida y observada con indebida admiración. Pues claro que sí joder, caguémonos en la puta cara de Kant y toda su prole, si total, esto es democracia... ¿Cómo puedes ser un cabrón intolerante y no respetar opiniones y juicios tan válidos y comparables con los que tu enorme bocaza emite? Si es que está clarísimo, si se ve a la legua, que eres un amargado, intolerante y facha hómofobo de las pelotas... Deberían encerrarte, madre mía estás enfermo...pero.., pero.., esto es democracia, ¿no? ¡Diosssssss!
Una democracia (boba), pero una democracia al fin y al cabo, si te atreves a cuestionarla ya sabes... la enrollas y ya sabes por donde te tienes que meter tu opinión ¿no?
Si es que no me vais a hacer cambiar de parecer, no insistáis por Dios bendito. Si es mucho más cómodo ser un tonto de las pelotas, joder si esta sumamente demostrado, no se sufre como lo hace una persona inteligente. Pues los problemas, los atentados contra lo ético, las exaltaciones orgásmicas del mal gusto, las tomaduras de pelo al pueblo de la resquebrajada nación, etc. Parecen desfilar pasando desapercibidas ante los ojos de estos gañanes aneuronales, ¿Dónde hay que firmar? Juro escupir con fuerza, mi firma sobre el maldito papel que acredite mi afiliación a la ignorancia. Y lo peor de todo, y para bien de mi odiosa afirmación inicial, es que, ¿¿¿para que cojones me sirve a mí esta comida de bola, eh??? Si es que sinceramente, no termino de ver las ventajas del don de la advertencia de la realidad si es que me rebano los sesos día sí y día también para llegar a la conclusión de que ser una persona más o menos despierta, es una condición macabra y sádica que se me han impuesto. Uffffff estoy por tragarme todo este veneno que suelto por la boca y palmarla de una jodida vez pero, vaya también está dentro de mi condición, el tener conciencia* y rectificar mi posición, darme una palmaditas en la espalda y consolarme con un: ánimo muchachote; o un: tu puedes campeón...
Lo dicho me despido ya algo mareado y con un punzante dolor en la parte trasera del la cabeza o cogote, para retirarme a un rincón de mi desordenada habitación, sentado y abrazado a mis rodillas y en un intermitente balanceo con la mirada perdida y recitando en susurros: no es culpa mía, no es culpa mía...
* Nota del desquiciado autor: Si pudiera cogería
a mi conciencia y la ahogaría en un barreño lleno de
orines, para después meterla en un saco de mierda
de foca, zarandearla un poco para seguidamente lan-
zarla tan lejos como la fuerza de mi brazo me permita
y soltar al aire una enorme carcajada maligna en plan
malo malísimo de una película de naturaleza penosa,
de algún domingo de sobremesa en cualquier canal local.
Triste Romeo

18 febrero, 2006

CAROZOS DE IMPRESIÓN

Destrozo patrones, álbumes enteros de distintas personalidades... Acudo al poder de la luz, de la llama que ilumina de cuando en cuando mi negro corazón. Busco una puerta por la que entrar, mas no encuentro agujero alguno por el que deslizarme hacia cualquier otro universo. Como la rugientes olas de los oceanos que mueren en las orillas, soltando espumarajos, en forma de último aliento, me dispongo a desaparecer, mas no consigo dicha meta.

Frustrado, me dejo mecer por los iracundos vientos que me transportan hacia oscuros parajes, alejados y abandonados por cualquier intento de forma de vida. Monstruosidades espaciales que engullen todo atisbo de bondad. Agujeros negros de lo inseguro, de lo exacerbado.., Todo está corrupto en estas diabólicas parcelas que configuran la mas odiosa diatriba, que mis sesos son capaces de saborear.

Pequeño ser anacrónico soy, olvidado, desfasado, amortizado, agotado, inutilizado y no menos absorvido me siento, que la sangre que es succionada por la más repugnante de las alimañas que revolotean maliciosamente por mi atormentada mansión de ideas desvencijadas, agolpadas , amontonadas, pisandose unas otras en un intento de convivir todas a un mismo tiempo y en un mismo espacio.

Cuanto más, RIDÍCULO...

Tiste Romeo

12 febrero, 2006

Lacerada esperanza
Aturdido por el golpe, hice el intento de reincorporarme, más el dolor era abrasador e insoportable, se adueñaba de mi, insesibilizando mis sienes. Cai... no menos de un centenar de veces, y volvi a levantarme otras cien más, negando todo fracaso... Pero la conciencia, al igual que el cuerpo tiene sus umbrales, sus límites... y llegó a alcanzarlos, y sentí miedo, también me encontre sólo, de igual forma me sentí abandonado por mis semejantes, traicionados por ellos, apuñalado, atravesado...

Vi como la esperanza se desmoronaba y como intentaba recogerla con mis manos mientras ésta se deshacía como la más fina de las arenas, y grité, grité tan fuerte que casi me destruyo a mi mismo.
Destrozado psicologicamente me pregunté, otra vez como vencer esta maldita traiciòn que me atormenta noche y día, rasgándome las entrañas con tal fuerza que no me dejaba respirar, ni me prestaba las fuerzas necesarias para pedir ayuda, para quejarme de tan ácido dolor.

Hice el intento de rogar auxilio, pero brotaron espinas en mi garganta impidiéndome escupir palabra alguna...
Lo más duro que he llegado a descubrir mientras yazgo sobre esta fría piedra y rodeado de tan fuertes muros, es que nadie ha de ayudarme, no esta escrito en la negra pizarra del destino. He de salir yo sólo de este agujero en el que habito, mas no es eso lo mas frutrante sino el no lograr encontrar un saliente, una inmunda raíz a la que agarrarme para que me saque de esta oscuridad asfixiante...

¿Qué debo hacer, Dios mío, que debo hacer? Contéstame... ¡te lo exijo!
Triste Romeo

08 febrero, 2006

MUSA DE LAS BIBLIOTECAS

Cara marcada de lloros y anelos
Quiero besarla, tenerla, mecerla...
Secar sus lagrimas con mi pañuelo
Quiero rogarla, llevarla, mostrarla...
Y todo su amor poder merecerlo

A cincel tallado en leves chirridos,
su cuerpo dorado, hermoso, con brillo...
Sonrisa de nacar me muestra dichosa
Derrítome entero, ¡rebosa de gloria!

Inquieto, pendiente, rabioso chiquillo
Araña mi mente con largo rastrillo
Juega conmigo, la tiento con rosas
Me vuelve la cara la muy asquerosa

Desnuda mi alma con sólo llamarla
Se la doy si gusta, ¿por que no mostrarla?
Yo te la regalo mi musa, mi cielo...
Sumiso me muestro postrado en el suelo

Lo mismo me guardes, me lleves, me quieras
Te rezaré siempre, sentado en mi estrella
De noche, de día, de tarde sin nombre
Escucha por siempre mis finos acordes

Triste Romeo
EXÁMEN DE "INCONSCIENCIA"
¡Noooo! ¿Por qué soy tan estúpido? Vi venir la piedra volando hacia mí, pero sin embargo no me aparté, como si una parte de mí se sintiese atraída ante el hecho de ser aplastada, sepultada sobre la montaña de mis imcompetentes y autodestructivos actos. Como la pirámide de cartas que cae por el propio peso de los errores que se cometen en la construccion de su estructura, caigo yo ahora por el peso de los míos...
Pero resulta ilógico pensar en enmendar tus errores cuándo siempre has podido a evitarlos, cuando sólo bastaba con hacerse a un lado para que la roca no diera de bruces contra tu cara... O quizá no resulta tan fácil como intento aparentar y justificar con ellos mis descuidos y deslices con la autoproclamacion de la condición de una persona vaga, llevada de la mano de la desidia y abanicado con la brisa del conformismo. Quizá no sea tan avispado y despierto como pensaba, a lo mejor soy un unútil, un lisiado del raciocinio...
De hecho si lo pienso una persona inteligente se aleja de aquello que no le conviene, de lo que le perjudica, de lo que no le hace bien. A no ser que sea un masoca, un orgulloso del fracaso... No sé que pensar, cuánto más indago en la naturaleza de mi conducta, mas desorientado me hallo, y caigo en lo absurdo, en fuertes nudos de mi capacidad analítica y de descomposición de la realidad, en un caos de la materia gris de mi cerebro que se coagula y se terminara secando por la falta de riego, por la falta de fluidez de ideas lógicas.
Sea como fuere, no he de engañarme más y resarcir, de una vez por todas, mi comportamiento destructivo, sí destructivo digo, pues acabará por destruírme si no rectifico mi actitud y no me dispongo a cultivar en mi la semilla de la superación personal, del esfuerzo, y del brío en el trabajo, todo ello atado y embasado al vacío en la disciplina y la responsabilidad, para descubrir y conocer, por vez primera, la satisfacción del trabajo bien hecho.
Hágase pues mi voluntad...
Triste Romeo

06 febrero, 2006

¿QUIEN SOIS VOS, ROMEO EL TRISTE?
Trasla fria manta de la noche, me cobijo...
Tras la helada escarcha del glaciar duermo...
Tras el llanto de la alimaña que sufre
en la maleza del bosque huyo...
Tras el calor corro, desbocado,frenetico,
desorbitado, ansioso y desesperado...
Y desharás con tus profundos pasos
el camino si hace falta para encontrarme,
abrazarme y pregutarme...
Soy Romeo el triste, el que nació
del musgo de tus pensamientos...
Soy Romeo el loco, el que invadió
tu cabeza de ideas absurdas...
Soy Romeo, soñador y soñado,
el cazador y el cazado,
odiado y alabado,
sordo, mudo y viejo destartalado...
TRISTE ROMEO
AMARTE SIN RODEOS, MORIR CON RODEOS...
Como el joven lobo de la manada que esconde la cola entre sus temblorosas patas traseras, tras haber ofendido al viejo y sabio cabeza de grupo, entro, tímido, en la espaciosa estancia regada de literatura. Doquiera que miro a mi alrededor me siento amenazado como si en cualquier momento pudiesen abalanzarse sobre mi y atacarme con sus afiladas aristas y duros encuadernados, o peor aun, pudieran unirse entre ellos y formar con las palabras que esconden tras sus tapas los peores agravios y maldiciones con que se pueden atacar a un hombre...
Vigilando por los cuatro puntos cardinales me arrastro hasta uno de sus desvencijados y resentidos tableros de cuatro patas, y desconfiado me dejo caer sobre una de las sillas que rodean tan odioso mueble. Pego mi torso al respaldo y reposo mis brazos sobre la mesa, e inspiro profundamente buscando en el ambiente algun atisbo de hombría que pueda esnifar y me reconforte.

La atmósfera que me envuelve es húmeda, fria, sombría... Como si de una cueva se tratase, la lamparas cuelgan del techo cual heladas estalagtitas fuesen. ¿Acaso no hay un misero índice de calor humano, de vida por pequeña que sea?
A mi alrededor, como el roedor que araña la tierra en su profunda madriguera, oigo un quejido que no logro localizar. Es como un siseo que me atosiga. ¡Son mis pensamientos! Traídos por mis demonios que avanzan en la oscuridad, que salen de entre las grietas y rocas de esta cueva, de esta gruta, de esta... Mi psique.
¡Qué astutos son los condenados! Aprovecharon que me quedé sólo para asaltarme y ahora sin dame elección ni escapatoria alguna, exigen mi atención.
_ ¡Dejadme en paz os digo, malditos! ¿Acaso no veis que no puedo ocuparme de vosotros? ¿Tan ciegos os encontrais que no alcanzais a ver la pasmosa debilidad que presento? ¡Alejaos perversos!
Y como si de un imán fuesen mis palabras me ignoran, acercándose paulatinamente, dándome encuentro... Y a pesar de mi debil resistencia me abrazan todos a la vez, entragulándome, fundiendose conmigo. En una intermitente rafaga de imágenes se presentan mis mas evitados y apartados pensamientos... un pelo rizado suave y espeso, largo hasta sus delicados hombros de piel dorada..., no logro desenmarañarme de ellos, lucho frenético... sus labios de terciopelo rojo, carnosos, delicados y jugosos.., forcejeo con ellos, por cada nudo que desato, aparecen otros diez más que se enredan en mis extremidades impidiendo cualquier movimiento.., sus ojos, delicadas y rasgadas almedras bañados en su centro con gotas de miel, procadores, embaucadores, con una profunda mirada de insinuación y sumisión..., me arrastran hasta un oscuro rincón, me han vencido, me dejo hacer... la amo.
Pese al miedo que me da reconocerlo la deseo y la amo, pese al daño que me producirá.
Triste Romeo