El orígen de la Especies... ¿Especies políticas?
Veo, veo mamoneo. Pues sí, algo me dice que esta noche voy a escribir un post de lo más curioso y absurdo... Pero bueno, este es mi blog, y como tal, debo aplicar la norma primera que viene a consagrar la política que se sigue en el mismo.
- Triste Romeo, es el soberano de su tierra virtual, de la cuál dispone a su antojo sin atender a un fin concreto. Así pues, no cabe protesta alguna sobre su oficio, esto es, no es discutible, que no juzgable por la masa lectora. Juicios externos que podrán ser loados, ignorados o decapitados por el amo y señor del feudo de la red tecnoexistente...
Pues bien, esta noche empiezo el artículo inspirado por el maestro Charles Darwin (Carlitos pá los amigos) porque uno que es así de liante y plomazo, hartible que dirían en mi tierra (Cádiz), se preguntaba mientras se comía un flan casero (gracias mamá) por qué tanto inepto, e incompetente político. Y más concretamente, me preguntaba sobre el origen de la carroña política de la izquierda en este país. Esa que brotó al final de los gobiernos de Gonzalez, con la trama GAL, esa que creció y engordó durante el gobierno de Aznar, esa que a día de hoy lleva el timón con mano débil y temblorosa el ejecutivo socialista de maese José Luis Rodríguez Zapatiesto...
Carlitos fue el quinto hijo de una familia inglesa rica y sofisticada, fue un flamante biólogo que estudió medicina en la Universidad de Edimburgo, sobra decir que en esa época se acababan las carreras, lo sé a personas como Pepiño, Montilla y compañía quizá les extrañe, pero entonces para ser alguien había que demostrarlo con títulos, papelitos que diría de la Vogue, eso o pasar desapercibido por la historia. Paradigma que se presenta hoy día con las modernas teorías que algunos sacamos de la praxis política diaria, en la que confluyen las absurdas ideas de que la historia también puede recoger la obra de uno por merluzo y tarugo.
Como iba diciendo, este genio de la época (siglo XIX) entre otros muchos hallazgos, fue quién apoyado en un libro de un economista llamado Thomas Malthus , permitió a Darwin completar su teoría sobre la selección natural y el origen de las especies, casi ná...
De manera escandalosamente resumida, esta teoría nos viene a decir que la selección natural, ojo que no nacional dejemos el fútbol a un lado y más aún si se trata de nuestra selección, consistía en un proceso por el cual los efectos ambientales (falta de recursos, cambios geológicos, llegada de nuevas especies…) conducen a un grado variable de éxito reproductivo entre los individuos de una población de organismos con características, o rasgos, diferentes y heredables. Vamos a ver si lo hemos entendido, esto a grandes rasgos quiere decir que debido a una serie de circunstancias externas a los seres vivos, estos evolucionan juntos, digamos adaptándose, y por supuesto garantizando el éxito de sobrevivencia del más fuerte, caracteres genéticos que indudablemente se heredan.
Esto pasado al ámbito de la sociedad es lo que se denomina Darwinismo Social, ¡toma Geroma pastillas de Goma!. Pues bien adaptando las teorías de Carlitos al darwinismo social se considera que la selección natural no afecta únicamente a características biológicas de una población sino que en el caso de la sociedad humana afecta a su propio desarrollo y al de sus instituciones. Así pues yo, que ya avisé de que soy un plomo, vengo a interesarme por este último, al que por lo visto el propio Darwin no le tenía mucho afecto, y dentro de este, del darwinismo social, introduzca la teoría del paradigma darwinista en lo POLÍTICO.
Tomando como bases de mi teoría las del amigo Carlitos, la política de la que "disfrutamos" todos hoy día se debe a lo siguiente:
Dado a la evolución del pensamiento humano, supuestamente los más fuertes (jeje) han podido sobrevivir y en detrimento de estos los más débiles, se extinguen o están por la labor, ¿me equivoco? Digamos que las posturas políticas se han suavizado tanto las de la derecha, como las de izquierda cultivándose más las de centro y abandonando poco a poco las más radicales como el fascismo o el comunismo... Es observable que según la teoría de Darwin todos provenimos de una sola especie humana superior, ancestral, de ahí las frases tan extendidamente aceptadas entre el vulgo, del tipo: "Todos los políticos sean del partido que sean son unos sinvergüenzas"
Pero todas las teorías tienen sus críticas y la mía no iba ser menos, así que además de contar con vuestros comentarios, me la voy a hacer reflexivamente atendiendo a la norma primera de la política de este blog.
Vamos a ver, si según Darwin sobrevive el más fuerte, eso significa que Zapatero no es tan débil como muchos creíamos, así lo siento y lo padezco. Este simio aparentemente no evolucionado, si se mantiene a flote es porque es superior a todos los que pudieron ocupar el trono del gobierno. Y si esto es así, si se consagra al Zapamerluzo como el fuerte, los demás tienen que ser auténticos border liners porque así lo ha dicho Darwin.
Después siempre nos quedará el consuelo de que esto sólo sea la prueba de cómo el ser débil se extingue, de como el gobierno de Zapatero toca a su fin, de como incapaz de gobernar se desploma poco a poco, como derriba la brisa el castillo de naipes, como las fichas de domino que caen una una, aumentando proporcionalmente la velocidad en relación con el número de fichas caídas...
Tomando los hechos más recientes, siendo injustos porque mira que han metido la pata veces, como decía tomando los últimos ejemplos de la políticas socialista actual: cesión de chantajes terroristas, negociación con los mismo, extensión de prácticas sectarias propias de un régimen soviético, marginar a la oposición para optar por la única elección política (sin éxito gracias al cielo), ¿sigo?, destrucción del prestigio político internacional, compadreo con países de regímenes políticos radicales, desaceleración de la economía por una pésima gestión, ¿Sigo? lo voy a dejar porque ya a duras penas distingo las letras del sueño, pero ya os haceís una idea o presumís saberlas...
¡Ojala Darwin no se equivoque, y caiga el débil frente al fuerte!
Y ojalá no termine ganando las próximas elecciones, ridiculizándome al igual que hicieron algunos críticos de la época con Carlitos.